lunes, 19 de abril de 2010

Cuenta con Dios

El día de hoy por la mañana estuve a punto de caer en desesperación, la razón, no darme a basto con todo lo que se me venía encima. Pero de pronto, una luz; pensé que muchas situaciones son oportunidades que Dios nos da para aprender y crecer. Traté de desentrañar con calma el sentido de aquella situación y adivinen qué. La tormenta se calmó.

Pero ¿qué pasó? Primero recordé la homilía de ayer en la que el Sacerdote mencionaba que muchas veces queríamos valernos por nosotros mismos, y eso estaba haciendo. Luego recordé que hay que tener en cuenta a Dios en todas nuestras actividades y yo no lo estaba teniendo en cuenta. Pensé entonces que cómo humano tenía limitaciones, le "entregué" mis problemas y actividades a Dios proponiéndome hacer, por mi parte, lo mejor posible para hacerlas bien pero tomando en cuenta que Dios se encarga de todo aquello que va más allá de mis limitaciones, y mi día cambió. Este día fue especial. No se acabaron los problemas, pero ya nada fue igual.

¡Saludos!